24 feb 2010

La ilusión construye sueños

FELIP BENS.

[Crònica. L'informatiu.com]

El Llevant UD empalma 4 victorias y enchufa a la grada de Orriols.

[Llevant UD 1-0 Celta de Vigo, Orriols, 14-2-2010]

1-0 al Celta y sufriendo. Tercer rato que juega Jordà, tres partidos y tres goles y cuarta victoria consecutiva del Llevant UD que permite a los blaugrana seguir la estela de los de arriba. Siete partidos en 2010 con cinco victorias —cuatro consecutivas— y dos empates. Una racha que cobra mayor valor teniendo en cuenta que se venció a dos gallitos en casa —Villarreal y Betis— y se empató contra otro fuera, el Rayo.

Guarismos para un sueño. De niños y mayores. De racionales o atrevidos. Hasta ahora el sueño se verbalizaba con la boca pequeña: centenario y ascenso. Ya se habla de ello incluso en las bambalinas de los despachos y los vestuarios de Orriols. Con prudencia pero abiertamente. Hay motivos más que sobrados para el optimismo: los levantinos están arriba sin haber recuperado el fútbol brillante que practicaron al inicio de la Liga y que de repente cayó en picado, con el punto álgido del tedioso e immerecido empate a cero en Castellón. El ridículo de Castalia activó la circulación de los blaugrana. Y, aun sin recuperar aquel desparpajo ofensivo de los primeros meses de Liga, han conquistado la robustez defensiva con que soñaba Luis García (3 tantos en 7 partidos) y siguen creando ocasiones en cada partido. Los entendidos dicen que así se alcanzan éxitos en 2ª División: peloteando con el corazón en el puño y el cuchillo entre los dientes. Así subió a Primera el Llevant UD de Mané y así juegan también Cartagena o Real Sociedad. Lo del Hércules de este año o lo del Llevant UD de Preciado son las excepciones que confirman la regla.

Las sabias gradas de Orriols lo saben. 1-0 y sufriendo. Con un arbitraje malo de solemnidad e irritante para los intereses blaugrana: gol legal anulado a Iborra e injusta expulsión de Jordà —que jugó 14 minutos—. En las gradas lo saben. Saben —los 5.000 que venían y los 7.000 de hoy, gracias a la campaña de abonos— que para subir hay que desencajar las gargantas y regalar a este equipo corajudo ese plus que necesita. La grada de Orriols —aun escasa— sabe fajarse cuando la ocasión lo requiere. Y hace tiempo que la afición granota mueve inquieta la pituitaria en sus asientos: este año huele a ascenso. Hay que fajarse, arrimar el hombro, afilar la esperanza. Hoy era un partido clave. Los de delante no aflojan el ritmo y no perder su estela pasaba por ganar hoy. Se consiguió con determinación y oficio. Once titanes, comprometidos para perpetuar el sueño, y una grada enchufada. En harmonia. Es un reto muy complejo, pero la ilusión mueve el mundo. La ilusión construye sueños. El sueño de un colofón histórico para el mágico año del decano.

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